Si sufre de cistitis constantemente y se pregunta cómo tratar cistitis, le alegrará saber que muchos aceites esenciales pueden usarse para tratar la cistitis, como el orégano, la canela, el clavo, la lavanda, el eucalipto, el romero, el jengibre y el árbol del té. Algunos ejemplos de aceites esenciales que se utilizan habitualmente para reducir el dolor son la lavanda, la menta, la manzanilla alemana y la rosa. Para una infección bacteriana, el orégano y el tomillo son dos de los aceites más recomendados. Otros aceites importantes son el eucalipto, el romero, el clavo y la canela. Tenga en cuenta que la mayoría de los aceites tienen múltiples usos y pueden no ser eficaces para todos los enfermos, por lo que es importante trabajar con un profesional para determinar qué aceites son los mejores para sus necesidades individuales.
Consideraciones de seguridad
Al igual que con todos los medicamentos y tratamientos, es importante seguir los procedimientos de seguridad habituales al utilizar aceites esenciales para la cistitis. Asegúrese de utilizar sólo aceites de grado terapéutico y nunca utilice productos que no estén específicamente etiquetados como “seguros sólo para uso interno”. Además, evite ingerirlos, ya que son potencialmente tóxicos para el hígado. Si ya te han recetado antibióticos, es importante que te asegures de que no estás malgastando tu medicación. Los antibióticos sólo son eficaces para matar bacterias e inhibir el crecimiento de otras nuevas, por lo que seguir tomándolos, aunque no ayuden a mejorar la enfermedad puede tener efectos secundarios adversos. Es importante saber cuándo dejar de tomarlos para evitar el desarrollo nocivo de bacterias resistentes a los fármacos.
Los aceites esenciales pueden ser una forma eficaz de aliviar el dolor y relajarse, especialmente si se tiene una infección bacteriana. Además, muchos aceites tienen propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a reducir la inflamación de las vías urinarias y la vejiga. Los aceites esenciales son extractos vegetales altamente concentrados que se utilizan para la curación y el bienestar. Son seguros cuando se utilizan adecuadamente y no conllevan el mismo riesgo de efectos secundarios graves que los productos farmacéuticos.